21 julio, 2010

vamos las dos!




Te quiero insolente, turbia, reciproca, reina del sol naciente hija de mis dioses, mujer, hembra por sobre todo. Indeterminada en el juicio. Calante son los sentidos. En el fin de los tiempos nos conocemos desde antes. Le robamos pedazos al tiempo. Hacemos historia desde la alternancia genérica. Travestís del pensamiento. Te encontré más allá del bien y del mal. Quizás desnuda. Quizás con vestiduras color turquesa. Eres nadie eres nada. Haciéndonos ser hacemos del yo un verbo. Primogénita del sentimiento. Te quiero impura y purificadora nos dimos muerte ya somos eternas. De todo hacemos aposento, la vida se nos agota temerosa del juego. Hacemos que la vida pase por el pensamiento. Vírgenes del martillo, vírgenes del deseo. No existen los cimientos de cemento. Mentira por verdad. Contando verdad con mentira. Lo cuerdo una cuerda al precipicio. Todos son iguales a nosotros. Pero nadie es nosotros. No somos cuerpo y alma. Somos corazón y cerebro. Carne de cordero, sangre en el desierto. Flores sin polen. Caminos sin estrellas. El poeta piensa caminando por la calle y en las ventanas de la ciudad esta llena de hombres desnudos mirando su falo. No existe el recuerdo, existe la instancia pasada que nos lleva al sentimiento primario. A lo orgánico de vivir. Al frenesí dispuesto en nuestras mochilas. Esperando ser evocadas. Somos la testa toxica, honesta. El ombligo penetrable. Los doctores de nuestra enfermedad. Como mujeres amamos la coincidencia. Andreas por destino. Por opción. Valiente y bella del puto griego imperante moral. Madre patria detestable. Colones del paradigma. Saltemos somos perras y lenguas jadeantes. Centro del borde. La línea fuera de la raya. Iguales a todos. Pero nadie es todos. En el mundo creado. Los pronombres son un adorno. Solo existe el yo hecho verbo. Ni habitaciones de espejos ni ningún juicio de cloacas. Viviendo hasta quedarnos secas. Recordando vidas pasadas. Las instancias eternas. Tengo miedo. Siempre he tenido miedo de lo que somos de lo que no somos. Y en el juego de poder perder. Te amo. Te odio. Más allá del bien y del mal. Más allá de dios. Más allá del allá que no puedo narrar. Te amo.


No hay comentarios: